UPyD es un partido nacido con ideas buenas, limpias, transparentes pero muy poco sólidas. La mayoría de las veces se limitan a un titular sin una medida concreta y realista de fondo que respalde una idea que a priori parece estupenda, pero que es complicada conseguir con un ordenamiento jurídico y una administración imperfecta e inflexible.
Pero el problema no es ese, sino que en una sociedad como la española es imposible mantener un partido político con representación relevante sin un ápice de corrupción o de incongruencias de este tipo, o del tipo que cometen todos los días algún miembro de los demás partidos mayoritarios. Porque el cocido de un partido es grande, y es cuestión de probabilidad que se cuele un garbanzo negro.
Todo el mundo, sobre todo si es joven, cuando se afilia a un partido pretende cambiar algún aspecto de la formación que no le gusta (véase la propia corrupción) y eso es algo que este partido ha explotado. La diferencia es que UPyD carece de ideología (acuden al concepto de transversalidad, es decir, a río revuelto ganancia de votos para UPyD procedente de cualquier otro partido ) y basan todo su discurso en el derrocamiento de "la casta", por lo que si en el largo plazo crece este partido, también crecerá la probabilidad de que aparezcan garbanzos negros, y será cuando se den cuenta de que no son ajenos a un problema que afecta a todos por igual, no sólo a PP y PSOE o IU.
Eso sí. Todos los partidos tendrán que actuar consecuentemente, derivando responsabilidades cortando las cabezas desde un punto de vista político, y colaborando con la justicia desde una perspectiva legal.
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