lunes, 24 de diciembre de 2012

Buffet libre: de repago a copago


Artículo publicado en Diario de Alcalá el 20 de diciembre de 2012

Voy a poner un ejemplo que explique un comportamiento muy español, y aclaro antes de nada que es sólo un ejemplo, ya que todos nos volvemos muy dignos cuando queremos. A raíz del euro por receta nace el debate, de nuevo, de cómo debería ser financiada nuestra sanidad, la misma que con sus 17.000 millones de déficit va a tener que ser pagada por nuestros hijos, y si no hacemos algo tal vez les toque el pastel a nuestros nietos.


Planteo el hecho del uso irresponsable que se hace en ocasiones en España de los servicios públicos por eso de que son "gratis" ya que su consumo no tiene un coste adicional para el ciudadano, pero sí produce un coste para las arcas públicas, es decir, para todos.

Para este ejemplo voy a recuperar dos conceptos económicos muy sencillos: Coste fijo y Coste variable. Imaginemos que vamos a un buffet libre en el que se paga una cantidad fija como entrada, pongamos 20€ (coste fijo) y se puede comer todo lo que se quiera. Normalmente, en cualquier restaurante no hay una "entrada" pero se paga por lo que se consume, pongamos 12€ el plato.  Si añadimos bebida, postre y café llegamos a los 20€ (costes variables). El coste para el consumidor es el mismo, pero el método de pago es diferente. Ahora llega la pregunta; ¿en cuál de los dos casos se comerá más?

Evidentemente en el caso del buffet, porque cuando el coste variable (el de cada plato adicional) es cero, el consumo tiende a infinito, y nos ponemos como el quico. En el caso de las medicinas, no nos atiborraremos hasta que salte algún botón de la camisa, pero lo que sí ocurre es que no pensamos en si nos queda una caja de ibuprofeno en casa a medio gastar antes de comprar otra, y comportamientos similares.

Ante esto puede plantearse un cambio del modelo "buffet libre" actual a un modelo que nos haga pensarnos dos veces antes de consumir un bien público, y todo ello sin que tengamos que pagar más. Si se implantara, sin más, sería lo que viene siendo denominado como "repago". Personalmente estaría a favor de un copago sanitario y farmacéutico (siempre, insisto, siempre simbólico), y de otros servicios públicos, pero tendría que existir algo que equilibrara este aumento de la presión fiscal, porque ya pagamos dichos servicios con nuestros impuestos. ¿Cuál puede ser esa medida que equilibrara? Pues bajar los impuestos con los que se financia hoy todo. En el IRPF actual (impuesto progresivo por excelencia) hay una cuantía denominada mínimo personal y familiar recogida en el art 56 LIRPF  por la que no se tiene que pagar impuestos, ya que esa cantidad se entiende necesaria para sufragar una vida digna. Variando ese mínimo personal se equilibraría una cuantía con la otra. La diferencia es que cada vez que hiciéramos uso del servicio público tendríamos la oportunidad de ahorrarnos ese copago simbólico, haciendo un uso más responsable, ya que no sería "gratis total". Al final, todos pagaríamos lo mismo, o menos, y se produciría un consumo inferior de medicamentos, que cuestan mucho más que ese precio simbólico utilizado para el copago.

Madrid es la Comunidad Autónoma en la que menos IRPF se paga al ser inferior la parte que gestiona la Comunidad en todos los tramos de la renta (por lo que se mantiene la progresividad de la rebaja fiscal). Por ello pienso que en Madrid es lo que se ha hecho, ya que no se han bajado los impuestos, sino que eran más bajos, y no se han subido como en otras Comunidades ante la disminución de la recaudación fiscal por la crisis.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Hospital impúblico

Artículo publicado en Diario de Alcalá el 20 de septiembre

Hablando con una buena amiga surgió un tema que lleva un tiempo rondando por las bocas de los complutenses como es la posibilidad de construir un hospital de financiación privada en el lugar donde actualmente se encuentra el Parque Municipal de servicios.



La indignación de mi amiga se argumentaba con que le habían dado cita en el hospital público Príncipe de Asturias con un día y medio de espera para ver a un especialista. Se quejaba de que se “desmantelara” el Hospital público a la vez que se “daba” un suelo público para hacer un Hospital privado. En nuestra ciudad ha habido siempre una gran cantidad de población militar y estas personas han de cotizar de modo obligatorio en el ente de mutualidad administrativa ISFAS, al igual que los funcionarios de la Administración Civil lo hacen en MUFACE o la Administración judicial en MUGEJU. Estos entes proporcionan sanidad a sus mutualistas a través de empresas privadas por tanto podemos decir que en nuestra ciudad muchas personas utilizan este tipo de sanidad, más allá de los clientes que dichas empresas tengan.



Existe una demanda de la sociedad por este tipo de servicios, y existe en cualquier caso un déficit de oferta sanitaria privada para un sector de la población que es libre de elegir la financiación de su sanidad. Para ello no hay más que ver que la espera de un especialista en los centros privados llega a alcanzar la semana. En esta tesitura me pregunto ¿por qué no se puede hacer un centro sanitario privado en Alcalá? ¿Por qué no puede alguien tener la oportunidad de, si una empresa quiere ofertar un servicio por el que se está dispuesto a pagar, poder acudir a un centro de esas características? ¿El que lo haga no formará parte de la sociedad que paga igualmente sus impuestos? No olvidemos que no hay ningún Hospital de estas características en las cercanías, y que si alguien con seguro privado tiene un problema tiene que desplazarse hasta la capital.



Dicho lo cual, cabe añadir algo sobre la situación del Hospital Principe de Asturias y del resto de la sanidad del corredor del Henares. Hace aproximadamente un año, el área de influencia de este hospital -según su memoria del año 2011- era de 376.236 personas, y tras la apertura del Hospital de Torrejón es de 242.281, es decir, una reducción del 36%. Parece lógico que en tiempos donde ni el ciudadano ni la Administración tiene un duro se ajusten los recursos a las necesidades de la sociedad, sobre todo si, para molestia de Tomás Gómez y sus consignas catastrofistas, se abre un hospital en las cercanías. Todo ello debe ocurrir manteniendo un servicio al ciudadano más que digno, y creo que se cumple con el dato del tiempo de espera de un día y medio para acudir a un especialista.



En cuanto al suelo público que el Ayuntamiento ha ofrecido al grupo de inversores que es donde ahora se encuentra el Parque Municipal evidentemente eso no se regalaría. Aquí nadie regala duros a cuatro pesetas y menos ahora. El ayuntamiento ha dado dos posibilidades para llegar al entendimiento. Una es el pago de un canon por parte de la empresa que entraría directo a las arcas del ayuntamiento; otra, la cesión del terreno con exención del canon durante un tiempo determinado, pero a cambio sería la empresa la que financiaría la construcción de un nuevo Parque Municipal -que falta hace- en otro lugar. Esto evidentemente supondría un ahorro a las arcas municipales.



Pero cómo no, siempre hay -las mismas- voces que sacan la bandera de lo público cuando sus hijos nacen en clínicas privadas para formarse después en el colegio alemán, no sin los patéticos y vanos intentos de esconder estas miserias, so pena de la inversión, el servicio a los ciudadanos, el ahorro al ayuntamiento y los 500 puestos directos de trabajo que se crearían , los cuales vendrían como agua de mayo a la ciudad.